viernes, 8 de enero de 2016

Causas de la Primera Guerra Mundial


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Con respecto al nacionalismo, la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas habían extendido la idea por la mayoría del continente europeo de que las poblaciones que compartían características como la lengua, etnia o ideología, tenían el derecho de formar estados independientes. Esto fue ignorado por las fuerzas dinásticas que decidieron el destino de los asuntos europeos en el Congreso de Viena, por ejemplo, los estados alemanes, integrados en la Confederación Germánica, quedaron divididos en numerosos ducados, principados y reinos de acuerdo con los términos de este Congreso. Las revoluciones y los fuertes movimientos nacionalistas del siglo XIX consiguieron anular gran parte de las imposiciones reaccionarias acordadas en Viena. Bélgica obtuvo la independencia de los Países Bajos en 1830; la unificación de Italia fue culminada a cabo en 1861, y la de Alemania en 1871. Sin embargo, los conflictos nacionalistas seguían sin resolverse en otras áreas de Europa a comienzos del siglo XX, lo que provocó tensiones en las regiones implicadas y entre diversas naciones europeas.



La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue, como ya sé mencionó, el asesinato del archiduque de Austria-Hungría en Sarajevo, Serbia, el 28 de Junio de 1914.
Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización.

Otro de los factores fue el Imperialismo. El espíritu nacionalista también se manifestó en la economía. La Revolución Industrial en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, en Francia a comienzos del XIX y en Alemania a partir de 1870, provocó un gran crecimiento en la producción de manufacturas, por lo que estos países se vieron obligados a buscar nuevos mercados en el exterior.Esto provocó la rivalidad económica por el dominio del territorio africano entre Francia, Alemania y Gran Bretaña, la cual estuvo a punto de provocar una guerra en Europa varias veces.

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Como consecuencia de estas tensiones, las naciones europeas adoptaron medidas tanto en política interior como exterior entre 1871 y 1914, las cuales hicieron aumentar el peligro de un conflicto; mantuvieron numerosos ejércitos permanentes, que ampliaban constantemente mediante reclutamientos y construyeron naves de mayor tamaño. De forma paralela a este proceso, establecieron alianzas con otras potencias para no quedar aisladas si estallara una guerra. Esto generó un incremento de las posibilidades de un conflicto: se alinearon las grandes potencias europeas en dos alianzas militares hostiles, la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente, integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Los propios cambios que se produjeron en el seno de estas asociaciones contribuyeron a crear una atmósfera de crisis latente, por la cual el periodo fue denominado Paz Armada.

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